El más grande dolor. Cuando era pequeña y me enfermaba o pasaba por un momento difícil, creía que nadie me comprendía, que nadie podría sentir el dolor que estaba pasando yo. Mi mama me decía que le dolía verme de esa forma, y que desearía estar ella recibiendo el dolor para no verme sufrir. Para mí era una tontería, jamás podría sentir el mismo dolor que yo. Pues heme aquí, escribiendo sobre el dolor que sentimos las madres con los hijos. Ver a Emiliano sufrir, es y será una de las peores cosas de la vida. Tuvimos que llevarlo el jueves pasado de emergencia al hospital, regresamos a casa y comenzamos un tratamiento, pasaban las horas y solo veíamos una ligera recuperación, pero no era lo suficiente; tuvimos que ir de nuevo el domingo pues cada vez eran más frecuentes las crisis, y bebe ya no podía respirar. Ya no era esa bronquiolitis que nos habían dicho el jueves, bebe había estado con la laringe inflamada, ya no quería comer, pues el dolor era mucho. El doctor rápidamente lo canalizó y comenzaron a inyectarle medicamento fuerte, lo hacía llorar del ardor, quería ser yo la que estuviera pasando eso; como puede ser que mi bebe de 11 meses este acostado en una gran cama de urgencias, con un catéter en el pie, una mascarilla recibiendo oxígeno y medicina. Gracias a Dios después de 4 días, bebe respiraba normal, salimos del hospital con otra cara, más cansados que nunca, pero con la alegría de verlo respirando y sonriendo. El dolor de los hijos siempre será el de los padres, y si, no duele igual pero si duele más ser madre que hijo. Seguimos enfermos, pero contentos, y con mucho ánimo!

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El más grande dolor. Cuando era pequeña y me enfermaba o pasaba por un momento difícil, creía que nadie me comprendía, que nadie podría sentir el dolor que estaba pasando yo. Mi mama me decía que le dolía verme de esa forma, y que desearía estar ella recibiendo el dolor para no verme sufrir. Para mí era una tontería, jamás podría sentir el mismo dolor que yo. Pues heme aquí, escribiendo sobre el dolor que sentimos las madres con los hijos. Ver a Emiliano sufrir, es y será una de las peores cosas de la vida. Tuvimos que llevarlo el jueves pasado de emergencia al hospital, regresamos a casa y comenzamos un tratamiento, pasaban las horas y solo veíamos una ligera recuperación, pero no era lo suficiente; tuvimos que ir de nuevo el domingo pues cada vez eran más frecuentes las crisis, y bebe ya no podía respirar. Ya no era esa bronquiolitis que nos habían dicho el jueves, bebe había estado con la laringe inflamada, ya no quería comer, pues el dolor era mucho. El doctor rápidamente lo canalizó y comenzaron a inyectarle medicamento fuerte, lo hacía llorar del ardor, quería ser yo la que estuviera pasando eso; como puede ser que mi bebe de 11 meses este acostado en una gran cama de urgencias, con un catéter en el pie, una mascarilla recibiendo oxígeno y medicina. Gracias a Dios después de 4 días, bebe respiraba normal, salimos del hospital con otra cara, más cansados que nunca, pero con la alegría de verlo respirando y sonriendo. El dolor de los hijos siempre será el de los padres, y si, no duele igual pero si duele más ser madre que hijo. Seguimos enfermos, pero contentos, y con mucho ánimo! via IFTTT